¿Cuándo debo cambiar mi logo?
Cuando una herramienta deja de funcionar adecuadamente y ya no se puede reparar, procedemos a cambiarla ¿verdad? Lo mismo sucede en el diseño. Si una pieza de diseño no funciona para lo que fue creada, pues sencillamente ‘no funciona’ y debe ser remplazada por una que cumpla con el objetivo para el que fue elaborada. Teniendo esto en cuenta, y considerando que uno de los elementos básicos de una marca es su logotipo, presentamos algunas razones por las cuales puede que deba reemplazarlo.
No es un logo
Por años hemos visto el caso recurrente de alguna empresa que, con décadas de trayectoria, tiene un escudo en lugar de un logotipo. Con el fin de proyectar una diversa cantidad de cualidades, mensajes y características de la institución, crearon un escudo cargado de elementos que compiten entre sí, generan confusión en el observador y debilitan su fuerza y alcance. Además, el texto es tan chico que no se puede leer fácilmente. Ante ello, una premisa: a mayor cantidad de elementos, menor va a ser la eficacia, recordación e impacto de un logotipo. El logo debe ser austero en formas y profuso en significados.
Giro del negocio
Si los objetivos de la institución han variado, si los públicos meta son nuevos o han evolucionado o si el contexto obliga a la entidad a moverse en una nueva dirección, puede ser necesario el cambio de logo. Premisa: Un nuevo logo puede evidenciar la mejora o renovación de la empresa. También permite enviar nuevos mensajes y obtener mayores alcances.
No representa su esencia
Es común ver logotipos que, aunque puedan tener las cualidades gráficas necesarias para calificar dentro de la categoría de logotipos, están lejos de ser consecuentes con lo que representan. No expresan las características y atributos de la entidad por la que fueron creados. Premisa: Cada línea, color, espacio y forma en un logo, deben afirmar la esencia de la marca. El logotipo no debe responder al gusto de una persona, no es un simple ornamento accesorio, si no la expresión gráfica de la esencia de la marca.
Es genérico
A veces las “modas” pueden afectar el diseño de un logo, al punto de que éste llega a perderse entre un pilado de logotipos que podrían haber salido de una maquila. Una razón puede ser que el diseñador carezca del conocimiento y la pericia para ofrecer una solución adecuada y recurre a reproducir una fórmula. Premisa: es necesario recordar que logo debe ser creado para que su vida sea lo más longeva posible, por eso las cualidades de singularidad y vigencia han de ser imprescindibles.
Calidad gráfica deficiente
Aunque se haya levantado un riguroso brief, se haya hecho una profunda investigación y estén presentes los elementos esenciales que se quieren evidenciar en el logo, puede suceder que la manufactura del mismo no sea la adecuada. Premisa: cuando está ausente el dominio y aplicación de las leyes ópticas, la legibilidad, la facilidad de aplicación en diferentes piezas y tamaños, —entre otros aspectos—, es indispensable proceder con la mejora.
Está desactualizado
Puede ser que el logo evidencie que fue creado en una época pasada, ajena a la actual; es decir, que perdió vigencia. Hoy la competencia no permite que una marca se dé el lujo de estar por debajo de las demás. Premisa: es necesario evitar cualquier evidencia de rezago en la tipografía, el isotipo, las formas y cualquier componente del logotipo.